Uno de los doce valientes que participaron en del primer Ironman de Hawaii
Dave Orlowski es uno de los valientes que aceptó el reto del comandante Collins, creador del Ironman de Hawaii, para comprobar en una carrera quién de los atletas era más fuerte: el nadador, el corredor o el ciclista. Les hablo nada más y nada menos que uno de uno de los doce finalistas originales del primer Ironman de Hawaii, exactamente del ironman de bronce.
Tan pronto como Orlowski supo que participaría en este reto, siendo un excelente nadador de 22 años comenzó su entrenamiento de las otras disciplinas. A una semana del evento, se hizo de una bicicleta prestada y se subió a ella con la confianza que le daba el saber que había montado un bici cuando era niño.
El día de la competencia recuerda que con un mar esplendoroso, los 15 competidores se lanzaron al agua para iniciar la primera etapa de la carrera. Antes de iniciar la etapa de ciclismo, Orlowski tomó su bicicleta sin antes colocarse unos pantaloncillos cortos de mezclilla.
“Traté de seguir comiendo plátanos y naranjas”, recuerda Orlowski: “También me detuve en McDonalds. para comer una Big Mac y papas fritas. Además de Coca-Cola y chocolates”.
En el maratón, los calambres en las piernas le cobraron factura. Pero encontró el shot de motivación que necesitaba luego de ver a sus padres que estaban presente en la carrera. Después de verlos, retomó la fuerza para correr hacia la línea de meta y colocarse tercero con un tiempo de 13 horas, 39 minutos y 13 segundos.
John Collins había hecho un trofeo de finalista para cada uno de los participantes de la carrera. El estaba diseñado por un montón de tubos y pernos de cobre. “Así que mi trofeo tuvo algunos tornillos de diferentes tamaños de los demás”, recuerda Orlowski.
Orlowski quizo hacer la carrera de nuevo en 1979, pero se enfermó y tuvo que retirarse. No volvió a hacer un Ironman en 24 años, cuando fue invitado de nuevo en celebrar el 25 º aniversario de la carrera en 2003. A partir de ahí regresó cada año como voluntario hasta 2008, año en que decidió que era hora de volver al ruedo.
Perdió más de 23 kilógramos y comenzó a entrenar con la lesión en el hombro y se dispuso a terminar su segundo Ironman, 30 años después de haber terminado el primero desde entonces busca año con año terminar cada Ironman en el mundo. Irónicamente, busca en cada competencia terminar entre las 14 y 15 horas, hasta la fecha no ha repetido la hazaña de finalizar tercero pero sin duda es uno de los hombres que demostraron que todo es posible.
“En aquel entonces no pensábamos que podíamos terminar algo así”, dice. “No fue una carrera, era algo que estábamos tratando de sobrevivir”: Dave Orlowki